martes, 15 de octubre de 2013

Colas de plastilina, una bomba de tiempo que puede detenerse

Dr. Andrés Vence
Cirujano Plástico

Hay felicidades que son eternas, otras duran muy poco. Este último, es el caso de las llamadas colas mágicas o colas increíbles. Exactamente son increíbles, porque no se puede creer cómo y porqué llegaron a este punto. A veces es muy alto el costo a pagar por estos cortos o medianos lapsos de tiempo efímeros de felicidad que tarde o temprano terminaran simulando la hora de la cenicienta, con la diferencia que una acabará a las 12 de la noche y la otra no se sabe con exactitud cuándo, pero acabará sin duda.

Se sabe que estos hechos no se practican por falta de información, sino por jugar a soñar que “todo estará bien”, aun cuando en el interior se sepa que realmente se está haciendo algo indebido. Es más emocionante así.

Esta “Ruleta rusa”, traerá desconcierto e incertidumbre durante muchos, muchos años, o en pocos meses, nunca se sabe. Es como vivir con la conciencia negra en un rincón de su ser, pues nadie en el fondo desearía atentar contra su salud.  Sino que lo digan quienes actualmente viven esta pesadilla, o lástima que no puedan dar fe, quienes ya no están para contarlo, sino con gusto y advertencia lo harían seguramente.

Aplicar sustancias extrañas en el cuerpo con fines estéticos, no es más que lanzarse al vacío pero sin red. Indudablemente se vivirán momentos de euforia, plenitud, autoestima elevada y hasta admiración ajena, que finalmente es lo que se persigue. Pero a cambio de qué? Cuánto tiempo durará esa felicidad, es una luna de miel o de “Hiel”?? Pregúntele mejor a quien la inyecta,  quizás esas personas tienen más respuestas que los mismos profesionales, pues éstos últimos no sabrían como explicar o conocer de algo que no hacen, algo que no debe hacerse; por lo tanto es entendible que ignoren las consecuencias de ese acto. 

A pesar de la tecnología moderna, las respuestas no las tendrá nunca de los responsables de su daño, ni siquiera por e mail o whatsapp, puesto que jamás aparecerán por ningún lado.

¿Cuando ha encontrado una víctima de Biopolímeros a su ejecutor? A quien le ha rellenado la cola de tóxicos? NUNCA.  Se mudaron de ciudad, o de país si la mentira es más solvente. O en el mejor de los casos, al encontrarla, ésta persona le dirá: “..Qué raro., es la primera vez que veo esta reacción, debe ser culpa de su cuerpo”. Y Usted le dará la razón.

Creemos que la aplicación de Biopolímeros, además de encontrar blanco en los conejillos de indias que busca y que además merece, (a propósito por precios increíbles), encuentra su mayor fortaleza, en la necesidad incansable de las mujeres que desean ajustar súbitamente los bolsillos traseros de sus blue jeans, con sustancias prestadas, que  en algún momento deberán ser devueltas al lugar en donde siempre debieron permanecer: La basura.

Sin embargo, no todo está perdido. Si bien es lamentable tener la cola llena de cicatrices cuando el efecto de las inyecciones fué severo. Hay otros casos, en que puede rescatarse su salud y el avance de esta enfermedad, cuando “el mal” no ha comenzado o apenas inicia. Es mejor hacer algo ahora que no hacerlo nunca.

La extracción de toda cantidad inyectada o al menos lo que pueda retirarse será conveniente siempre, pues a menor cantidad presente, menor riesgo y menor daño del área anatómica.

Los diferentes métodos de aspiraciones son efectivos, sin embargo y por fortuna, los equipos modernos ayudan en gran parte a facilitar su extracción.

Recientemente los métodos de Láser han mostrado una importancia significativa en la eliminación de Biopolímeros, no solo en glúteos, sino en las áreas hacia donde estas sustancias han migrado, como son los muslos, caderas, espalda, etc. También surten efecto en zonas donde son frecuentemente solicitados por intrépidos suicidas, como la cara y los senos.

Lo mejor entonces es NO jugar con la suerte, pero si ya lo hizo y perdió, tranquila puede dejar la vergüenza a un lado y apoyarse en alguien que de manera seria y profesional le ayude a resolver el “problemita” que otro le ocasionó.

FIN.

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