Dr. Andrés Vence
Cirujano
Plástico
Hay felicidades que son eternas, otras duran muy poco.
Este último, es el caso de las llamadas colas mágicas o colas increíbles.
Exactamente son increíbles, porque no se puede creer cómo y porqué llegaron a
este punto. A veces es muy alto el costo a pagar por estos cortos o medianos
lapsos de tiempo efímeros de felicidad que tarde o temprano terminaran
simulando la hora de la cenicienta, con la diferencia que una acabará a las 12
de la noche y la otra no se sabe con exactitud cuándo, pero acabará sin duda.
Se sabe que estos hechos no se practican por falta de
información, sino por jugar a soñar que “todo estará bien”, aun cuando en el
interior se sepa que realmente se está haciendo algo indebido. Es más
emocionante así.
Esta “Ruleta rusa”, traerá desconcierto e incertidumbre
durante muchos, muchos años, o en pocos meses, nunca se sabe. Es como vivir con
la conciencia negra en un rincón de su ser, pues nadie en el fondo desearía
atentar contra su salud. Sino que lo
digan quienes actualmente viven esta pesadilla, o lástima que no puedan dar fe,
quienes ya no están para contarlo, sino con gusto y advertencia lo harían
seguramente.
Aplicar sustancias extrañas en el cuerpo con fines
estéticos, no es más que lanzarse al vacío pero sin red. Indudablemente se
vivirán momentos de euforia, plenitud, autoestima elevada y hasta admiración
ajena, que finalmente es lo que se persigue. Pero a cambio de qué? Cuánto
tiempo durará esa felicidad, es una luna de miel o de “Hiel”?? Pregúntele mejor
a quien la inyecta, quizás esas personas
tienen más respuestas que los mismos profesionales, pues éstos últimos no
sabrían como explicar o conocer de algo que no hacen, algo que no debe hacerse;
por lo tanto es entendible que ignoren las consecuencias de ese acto.
A pesar de la tecnología moderna, las respuestas no las
tendrá nunca de los responsables de su daño, ni siquiera por e mail o whatsapp,
puesto que jamás aparecerán por ningún lado.
¿Cuando ha encontrado una víctima de Biopolímeros a su
ejecutor? A quien le ha rellenado la cola de tóxicos? NUNCA. Se mudaron de ciudad, o de país si la mentira
es más solvente. O en el mejor de los casos, al encontrarla, ésta persona le
dirá: “..Qué raro., es la primera vez que veo esta reacción, debe ser culpa de
su cuerpo”. Y Usted le dará la razón.
Creemos que la aplicación de Biopolímeros, además de
encontrar blanco en los conejillos de indias que busca y que además merece, (a
propósito por precios increíbles), encuentra su mayor fortaleza, en la
necesidad incansable de las mujeres que desean ajustar súbitamente los
bolsillos traseros de sus blue jeans, con sustancias prestadas, que en algún momento deberán ser devueltas al
lugar en donde siempre debieron permanecer: La basura.
Sin embargo, no todo está perdido. Si bien es lamentable
tener la cola llena de cicatrices cuando el efecto de las inyecciones fué
severo. Hay otros casos, en que puede rescatarse su salud y el avance de esta
enfermedad, cuando “el mal” no ha comenzado o apenas inicia. Es mejor hacer
algo ahora que no hacerlo nunca.
La extracción de toda cantidad inyectada o al menos lo
que pueda retirarse será conveniente siempre, pues a menor cantidad presente, menor
riesgo y menor daño del área anatómica.
Los diferentes métodos de aspiraciones son efectivos, sin
embargo y por fortuna, los equipos modernos ayudan en gran parte a facilitar su
extracción.
Recientemente los métodos de Láser han mostrado una importancia
significativa en la eliminación de Biopolímeros, no solo en glúteos, sino en
las áreas hacia donde estas sustancias han migrado, como son los muslos,
caderas, espalda, etc. También surten efecto en zonas donde son frecuentemente
solicitados por intrépidos suicidas, como la cara y los senos.
Lo mejor entonces es NO jugar con la suerte, pero si ya
lo hizo y perdió, tranquila puede dejar la vergüenza a un lado y apoyarse en
alguien que de manera seria y profesional le ayude a resolver el “problemita”
que otro le ocasionó.
FIN.
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