Dr. Andrés Vence
Cirujano Plástico
Tantas
son las expectativas en las que se piensa cuando se planea una cirugía plástica,
que se tienen en cuenta todos y cada uno
de los detalles (dinero, tiempo de recuperación, dolor, dudas sobre el
resultado, etc.). Sin embargo la mayoría
de las veces, inexplicablemente nada juega un factor tan importante como el
costo de la operación misma, sin importar la calidad y más aun la seguridad.
La
creencia de que ir a una cirugía plástica, es un acto semejante a ir a una
peluquería o un Spa., es común en estos tiempos. Es algo que esta tan en boga y
considerado TOP en la actualidad, “que
no vale la pena” pensar en los riesgos ni cuidados necesarios, y mucho menos en nada que se aleje de estar al
otro día en el trabajo o en una fiesta, pues de lo contrario: “el cirujano no
es tan bueno”.
Se
deja de lado, y se ignora que el profesional elegido, debe ser idóneo para
entregar su salud en aquellas manos. Quizás solo se tiene en cuenta si el
médico fue visto en algún medio publicitario o si alguien menciona “que es
barato”.
Es
satisfactorio que existan todavía muchos profesionales serios dedicados al
cuidado de este bello arte de la cirugía plástica, quizás además, motivo de
orgullo para nuestro país. Muy bueno además para quienes optan por practicarse
un cambio en su cuerpo, pues para ello esta creado.
Desafortunadamente
este número, es superado por quienes no poseen el conocimiento, la experiencia
y mucho menos la ética, para ofrecer este tipo de servicios. Incrementando con
ello, las opciones de clínicas, centros y “garajes”, mal intencionado, quizás
solo con el ánimo de beneficio económico, y de captar personas interesadas en
buscar lo más “barato” y fácil de intentar, pues casi nunca se alcanza. Sueño
que no durara tanto y será solo hasta que la persona vuelva a la realidad
después de un muy probable fracaso anunciado.
Indiscutiblemente
las cirugías plásticas han alcanzado un umbral alto de aceptación entre la
población y además una óptima calidad en manos serias; también los costos han
dejado de colindar con las nubes para hacerse alcanzables. Es por ello
inaceptable que aun así, no se establezca universalmente una cultura
responsable de elegir servicios de salud con calidad y seguridad adecuados y se
propicie la práctica y ejercicio de quienes prefieren obviar pasos en la vida como
los estudios, y desempeñar funciones ajenas, sin importar las consecuencias (a veces lamentables) y
mucho menos respetar la integridad física y emocional de las personas que buscan
atenderse.
Es sano, que al
momento de decidir una operación, es bueno dialogar con más de un cirujano, a
fin de establecer seguridad y sentirse cómodo con lo que se pretende y se le ofrece.
Esto además de ayudar a aclarar dudas, hará posible “crear equipo” con el
profesional elegido, quien será el encargado de guiar a la persona por el
camino que sigue hasta lograr el éxito.
Por otra parte, “Que
si el Laser, el Vaser, el Ultrasonido, etc.”.; estos son solo equipos que deberán ser manejados por
el cirujano. Ninguno hará el trabajo solo. Lo único que es insustituible es el
propio cirujano en SI.
Nada será tan importante
y decisivo que aspectos como la calidad, calidez, practicidad y disposición en
la atención del médico. Deberá pensar en cuanto tiempo le dedicaron en su
consulta, en la calidad en atención que se le prestó, la seguridad en lo que le
fue ofrecido y encontrar el punto de equilibrio donde usted quedo a
satisfacción con lo que buscaba y le fue ofrecido. Tener tiempo para hacer sus
preguntas y para recibir respuestas es su derecho. No hay lugar en ese momento
para prisas, ocupaciones, llamadas de teléfono, etc., pues es solo en esa
consulta, cuando usted tenga el tiempo para definir lo que para usted es
importante; y porque no., recibir las respuestas que necesita mientras su
cirujano lo mira a los ojos.
Las cirugías deben ser
siempre practicadas solo en clínicas con salas de operaciones, pues los
consultorios (son para consultar), de allí su nombre. No son para operar.
Existen especialistas
en anestesia y se llaman anestesiólogos.
Son profesionales estudiados en como dormir, anestesiar a una persona o evitar
el dolor en una cirugía. Mientras que el cirujano opera, este otro cuida de su
estado de salud y su vida mientras se despierta. Nadie reemplazara ese lugar.
Lo contrario consiste en que le sea suministrada la anestesia por el cirujano a
la vez que la opera y eso incrementa los riesgos en tantos números de “ceros”
que no caben en un renglón.
La decisión puede ser
tomada en base a la comparación, y es hasta conveniente. Pues solo usted sabe dónde
y con quien se sintió más a gusto.
Las salas de espera,
los cuadros, la fachada del edificio, y las decoraciones de un lugar, son
agradables de ver, pero no determinaran su resultado. El tema debe ser tratado
en forma directa con la persona que se hará responsable de su caso, no con
asistentes ni con terceros; así mismo su control posoperatorio, la evaluación
de las heridas, las revisiones, etc., pues si inicialmente hay tiempo para ofrecer
a alguien una operación y recibir un pago, que agradable será también que esa
persona elegida, disponga de tiempo para atenderlo en su recuperación.
Debe haber claridad en
que no será solo practicar una operación, donde desde el comienzo se desea que
sea exitosa, sino que también habrá que tener en cuenta, que como en toda
cirugía (aunque esto no se desee), es posible que haya eventuales riesgos y
complicaciones. La gran diferencia radica en que el profesional que usted
eligió, este en capacidad de resolverlas, de acompañarlo, de apoyar su caso en
todo momento, estar a su lado en la
evolución de su proceso de recuperación, pues para ello no solo se debe estar preparado,
sino poseer una enorme calidad humana y sentido de responsabilidad ante todo.
Porque no se vale, que si las cosas salen bien, “lo atiendan”, pero sino, “que
lo vea otro”.
Las decisiones, se
sabe ya que son difíciles, pero no se deben evadir. Habrá que tomarlas, y la
confianza y tranquilidad serán el mejor analgésico y antibiótico cuando se
tiene la certeza que el respaldo de quien lo acompaña en su operación, es alguien
que estará a su lado en todo momento. De alguna manera el médico y su paciente
se “casan” en un acto imaginario que de
algún modo en ocasiones durara más, que algunos matrimonios en sí.
FIN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario